¿Habéis tenido la ocasión de visitar Montserrat?
Es un lugar increible, donde la cultura, la espiritualidad y la naturaleza se unen en un entorno inigualable.
El primer texto que hace referencia a la leyenda data del 1239, cosa que evidencia que Montserrat es un lugar santo desde mucho tiempo atrás, tanto por la presencia de la imagen de Santa María, como por la de miles de peregrinos.
Cuenta la leyenda que en el año 880, un sábado al anochecer en la montaña de Montserrat, unos pastorcitos vieron bajar una gran luz del cielo, acompañada de una bella melodía. El sábado siguiente los niños volvieron con sus padres. Y la visión se repitió. Los cuatro sábados siguientes les acompañó el Rector de Olesa. Y todos constataron dicha visión.
Una vez enterado de lo ocurrido, el Obispo que se encontraba en Manresa, organizó una visita. Y vieron una cueva, donde encontraron la imagen de Santa María. El Obispo les propuso trasladarla procesionalmente a Manresa, pero apenas sacarla, la imagen se hizo tan pesada que no pudieron mover. El Obispo interpretó este hecho como la voluntad de la Virgen de quedarse en aquel lugar y mandó construir una capilla para María, que tenía que ser venerada en la montaña de Montserrat.
La “Moreneta”, llamada familiarmente así por el color oscuro de su cara, es una talla románica en madera que data de finales del siglo XII.
Su color es el resultado de la transformación del barniz de su cara y de sus manos a causa del paso del tiempo.
La Santa Imagen es una talla de la Virgen de Montserrat en majestad y del Niño Jesús sentado en su regazo. La Virgen sostiene con la mano derecha el orbe esférico, símbolo del cosmos, la creación, el volumen perfecto.
Con la mano izquierda, María hace el gesto de ponerla sobre el hombro del Niño, indicando así que aquel rey omnipotente es hijo suyo. El Niño Jesús bendice con la mano derecha y en la izquierda sostiene una piña, símbolo de fecundidad y vida perenne. Todo ello provoca una impresión majestuosa y afable a la vez.
La sorpresa del Arte.
El Museo
Merce la pena conocer una de las mejores colecciones privadas a nivel europeo. No es un museo excesivamente grande pero tiene tesoros impresionantes.
El Museo, inaugurado en 1911 como Museo Bíblico de Montserrat, contuvo en origen materiales arqueológicos, etnológicos, zoológicos y botánicos que el P. Bonaventura Ubach (1879-1960), monje de la comunidad benedictina, fue adquiriendo durante su viaje por Tierra Santa, Egipto, Siria e Iraq con el propósito de ilustrar la Biblia.
El Pasre Ubach, entró de monje benedictino en 1894 y tras ser ordenado sacerdote viajó a Jerusalén, donde estudió en la Escuela Biblica. Cuando retorna en 1910 a Montserrat empieza la colección arqueológica y oriental, base del futuro museo, que en 1928 ampliará con la compra de 200 papiros en Egipto. Parte de esa colección es visible todavía en el museo.
No será, sin embargo, hasta 1963 cuando nazca propiamente el Museo a partir de los citados materiales arqueológicos y de pinturas del Renacimiento y el Barroco que se encontraban en el interior del Monasterio.
En 1982, la importante donación de Josep Sala Ardiz, compuesta por una notable colección de pintura de los siglos XIX y XX, ampliaría considerablemente los fondos de la institución con obras de artistas como Ramón Martí Alsina, Joaquín Vayreda, Santiago Rusiñol, Ramón Casas, Isidre Nonell o Pablo Picasso, entre otros.
Más tarde, vendrían otros legados como el del arquitecto Xavier Busquets (1990), con pinturas del impresionismo francés (Claude Monet, Edgar Degas, Camille Pissarro, etc), o el de la familia Cusí, entre los que se incluye un extraordinario Salvador Dalí de primera época y distintos dibujos del autor.
Ya en 2004, con la renovación de las plazas del santuario, el museo adquiriría nuevos espacios destinados a salas de exposiciones temporales y a espacios de reserva de fondos.
En 2006, el Parlamento de Cataluña declaró al Museo de Montserrat como Museu d’interès nacional.
En la actualidad, el museo esta considerado como uno de los referentes museísticos nacionales de Cataluña, incrementando continuamente su fondo a través de donaciones privadas.
Santa Cecilia de Montserrat
A cinco minutos en coche del Santuario de Montserrat, nos encontramos con el Monasterio de Santa Cecilia de Montserrat, situado en uno de los enclaves más bellos de la montaña.
Su iglesia, recientemente restaurada, data del siglo XI y es uno de los ejemplos más destacados de arquitectura románica en la región. El conjunto ha sido objeto de varias intervenciones a lo largo del siglo XX, entre las que destaca la restauración llevada a cabo por Puig i Cadafalch entre los años 1920 y 1930.
Actualmente, acoge la obra de uno de los artistas contemporáneos más conocidos internacionalmente: Sean Scully.
Pinturas, vidrieras de colores, retablos y frescos llenan las naves de esta iglesia románica consagrada a Santa Cecilia, patrona de la música.
La confluencia de arte, historia y espiritualidad, junto con el esplendor natural de su alrededor, hacen que sea un lugar único de visita obligada.
Te dejamos un vídeo impresionante sobre este espacio que incluye una entrevista con Sean Scully.